Probablemente sea una obviedad, pero las fiestas para empleados son una gran inyección de moral. Pero hay una forma correcta de hacerlo y otra incorrecta. No todas las fiestas de empresa son iguales. Seamos sinceros, en algunos lugares de trabajo mucha gente teme la fiesta anual de la oficina. Es entonces cuando sabes que lo estás haciendo mal.

Probablemente no sea una sorpresa que las mismas empresas en las que el personal espera con ilusión los eventos de agradecimiento a los empleados y las fiestas navideñas, sean las mismas empresas que tienen la moral alta y hacen bien sus fiestas navideñas.

Es especialmente importante teniendo en cuenta que el compromiso de los empleados está en su punto más bajo. También es necesario incluir a todos los empleados, ya que los que cobran por hora se sienten aún menos comprometidos.

Por eso es más necesario que nunca celebrar una gran fiesta navideña, y no basta con tomarse unas copas en la oficina antes de Navidad. Si tu personal se siente infravalorado, es probable que eso agrave su descontento.

También hay que planificar un evento que evite algunas de las historias de horror de las fiestas navideñas que todos hemos escuchado.

Entonces, ¿cómo planificar un evento que realmente eleve la moral, aumente el compromiso, haga que el personal se una y, lo más importante, garantice que todos se diviertan?

En primer lugar, y no es tan difícil, crea algo que permita a todos saber que te has esforzado y que demuestre que es importante para tu empresa y para la alta dirección que todo el mundo sea apreciado. No tiene por qué ser una fiesta épica (aunque eso ayuda).

No sea tacaño. No estamos diciendo que te vuelvas loco y gastes el dinero que no tienes, pero las fiestas y los eventos de agradecimiento a los empleados no deberían considerarse un gasto, sino una inversión en el activo más importante de tu empresa, su gente.

Piensa de forma diferente. Por supuesto, una sección VIP en un local de moda con unas cuantas horas de bebidas gratis está bien, pero, seamos sinceros, unas copas en un bar favorito es simplemente otro viernes por la noche para muchos, sólo que tú pagas las bebidas.

No te pases con los discursos, los premios y los contenidos relacionados con la empresa. Es una fiesta. Es hora de dejar atrás la oficina.

Lo que queremos decir es que hay que encontrar algo diferente para hacer, algo fuera de lo común. Algo que tu equipo no haría normalmente. Creemos que un crucero con vistas increíbles y mucho ambiente es justo lo que necesitamos, pero ¡eh! Sabemos que somos un poco parciales.

La lección que hay que aprender es: haz algo que haga que tus empleados se sientan valorados y considera la experiencia como una inversión, no como un coste. Le prometemos que verá los resultados en la cuenta de resultados.

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