Podría subir a la Torre Eiffel, pasear por los Campos Elíseos y pasar el resto de su tiempo en la capital francesa perdiéndose entre los cuadros del Louvre. Pero si no come en París, se habrá perdido todo.
La comida es una parte integral de la cultura francesa. Tanto es así, que la UNESCO declaró la forma de comer francesa como Patrimonio Cultural Inmaterial en 2010.
Para entender mejor el amor del país por nuestra gastronomía, sólo hay una manera: ¡comerlo todo! O, al menos, empezar por algunas de las comidas más famosas de París.
Estos siete ejemplos de comida famosa en París son la forma perfecta de enamorarse de la cocina francesa. Para facilitarle la misión, hemos incluido incluso una o dos direcciones recomendadas donde puede probar cada una de ellas. ¡Buen provecho!
La comida más famosa de París y dónde probarla
1. Los croissants: Baratos, pero inolvidables
Comience el día como un auténtico parisino y desayune un croissant de mantequilla.
Los croissants pueden parecer sencillos, pero estos pasteles perfectamente hojaldrados requieren tiempo (¡hablamos de varios días!) y toda una serie de habilidades para perfeccionarlos. Tanto si los tomas con el café, el zumo de naranja o solos, los croissants te alegrarán la mañana.
Y no hay que preocuparse por perder el precioso tiempo de visita para sentarse a desayunar. Mientras que la comida y la cena son asuntos más sagrados para sentarse, el desayuno sobre la marcha es completamente aceptable aquí en Francia, así que puedes disfrutar de tu croissant donde sea.
Dónde probarlos: Aléjese de los croissants industriales congelados y pida sus pastas sólo en verdaderas panaderías artesanales. Una gran opción es La Maison d'Isabelle(47ter Boulevard Saint-Germain), que recientemente recibió el premio al mejor croissant de París. La boulangerie elabora croissants realmente inolvidables con harina ecológica y mantequilla certificada de la región de Charente-Poitou.
2. Escargots: Un símbolo nacional
No puede irse de París sin probarlos.
Aunque en París disfrutamos de los caracoles cocinados de diversas maneras, la receta de Borgoña sigue siendo la más popular. Los caracoles (normalmente una docena) se presentan en sus conchas y se rellenan con una apetitosa combinación de ajo, hierbas y mantequilla.
Sin embargo, los caracoles son ahora tan populares que innumerables restaurantes parisinos han dado su propio giro creativo al plato. Ahora se pueden encontrar caracoles servidos con salsas de roquefort, trufa e incluso con curry, y mucho más.
¿Quieres saber lo mejor? Los caracoles no sólo son deliciosos, sino que también son ricos en hierro y magnesio.
Dónde probarlos: L'Escargot Montorgueil es una auténtica institución parisina que lleva casi 200 años sirviendo caracoles. Puede degustar la variedad tradicional de Borgoña, o bien probar las versiones con curry, foie gras o mantequilla de trufa.
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3. Macarons
No hay que confundirlos con los macarrones (delicias de coco rallado), los macarrones son posiblemente lo mejor que le ha pasado a los dulces franceses. Su cáscara, delicada y aireada, está hecha de harina de almendra y rellena de un rico y delicioso interior.
Nadie sabe con exactitud de dónde proceden estos icónicos dulces. Algunas historias atribuyen la idea a Catalina de Médicis; otras, a un convento carmelita francés de finales del siglo XVIII. Pero sea cual sea la versión de la historia que se crea, los macarons podrían ser el alimento más famoso de París en la actualidad.
Entre los sabores más populares se encuentran el pistacho, el chocolate, la vainilla o la frambuesa, pero no tenga miedo de probar algunas de las opciones más inusuales: caramelo de mantequilla salada, té verde o pétalos de rosa, por nombrar algunas.
Dónde probarlos: En París abundan las tiendas especializadas en macarons, la mayoría de las cuales ofrecen una calidad increíble. Pierre Hermé sigue siendo uno de nuestros favoritos por su creatividad y su macaron de chocolate negro balinés.
Los amantes de los postres también deberían probar "Symphonie", una innovadora receta del tokiota Sadaharu Aoki. Su delicioso macarrón de violeta está relleno de cremas de violeta y earl grey, así como de frambuesas frescas. ¡Délicieux!
4. Jambon-beurre: La mejor comida callejera de París
¿Quién iba a decir que los sándwiches podían saber tan bien?
La sencillez es la clave de este apreciado tentempié para el almuerzo. Un buen jambon-beurre se basa en la calidad de sus tres únicos ingredientes: jamón parisino, mantequilla y, por supuesto, la deliciosa y crujiente baguette que mantiene la magia.
Pero como la lista de ingredientes es tan corta, merece la pena asegurarse de que cada uno de ellos sea de la máxima calidad. Eso significa una baguette perfectamente crujiente, una excelente mantequilla francesa y auténtico jamón parisino. (Y sí, hay una diferencia entre esto y el jamón estándar).
Dónde probarlo: Elaborado con ingredientes cuidadosamente seleccionados, el sándwich de jambon-beurre de La Fontaine de Belleville es famoso en toda la ciudad. Puedes optar por pedirlo para llevar, o sentarte en la terraza y disfrutarlo junto a una ensalada verde.
5. Steak tartar
Puede que comer carne cruda no sea para todo el mundo, pero para los amantes de la comida atrevida, la recompensa promete ser extremadamente sabrosa.
El steak tartare es un clásico del bistró que consiste en carne picada cruda condimentada con alcaparras, cebolla y pimienta negra. Tradicionalmente, se sirve con una yema de huevo cruda por encima.
A pesar de su popularidad en Francia hoy en día, el steak tartare llegó a la zona a través de la actual Mongolia. En el siglo XVII, los marineros rusos lo trajeron a Europa, y el resto es historia.
Dónde probarlo: Le Severo es el paraíso para los carnívoros, así que puedes esperar que la calidad de la carne sea absolutamente de primera. Su increíblemente sabroso steak tartare viene acompañado de patatas fritas o judías verdes.
6. Queso
"¿Cómo se puede gobernar un país que tiene 246 variedades de queso?", se preguntaba el ex presidente francés Charles De Gaulle. No tenemos la respuesta, pero sí sabemos que visitar un país así es una delicia.
De hecho, Francia ofrece más de 300 variedades de quesos, desde el cremoso Brie de Meaux hasta el picante Munster. Son más de 300 posibilidades para enamorarse del francés fromage¡!
Hoy en día, el queso está tan bien considerado en Francia que incluso se ha ganado su lugar como parte de la comida. El plato de queso se sirve tradicionalmente entre el plato principal y el postre (o a veces en lugar de este último).
Dónde probarlo: A La Ville de Rodez(22 Rue Vieille du Temple) es el sueño de los amantes del queso desde 1920.
7. Sopa de cebolla
La sopa de cebolla, otra de las comidas más famosas de París, es de lo más reconfortante.
Según la leyenda, la receta fue inventada por Luis XV hace casi tres siglos. Hoy en día, la cebolla caramelizada y el caldo de ternera se sirven gratinados con crutones crujientes y una loncha de queso Gruyère por encima. Y, oui bien sûr, sabe tan bien como suena.
La preparación de la tradicional sopa de cebolla francesa no puede ser más sencilla, y es un testimonio de la seriedad con la que nos tomamos la gastronomía en Francia. ¿Qué otro lugar del mundo podría tomar la humilde cebolla y elevarla a tales alturas culinarias?
Dónde probarlo: Pídala en el excelente Bistrot des Vosges, donde la sopa de cebolla es maison(casera), y está de muerte.
